martes, 19 de marzo de 2013

"Sembrar la memoria para que no crezca el olvido"



Pensar en el origen de las redes de arte correo en Latinoamérica nos permite reflexionar críticamente sobre una coyuntura sociopolítica que de forma generalizada afectó la vida política desde la década de los ‘60, hasta mediados de los ‘80 inclusive.
Como  resultado de sucesivas y numerosas dictaduras militares que organizadamente intervinieron en el escenario social durante este tiempo, nos encontramos con una realidad hostil y cruenta, que en Argentina tuvo su peor momento en la dictadura militar del año ’76.
Las practicas involucradas en el arte correo, habían construido durante este tiempo un lugar otro, que de forma desobediente abría con fuerza ese tejido autoritario que cercenaba la libertad individual. Como canal de comunicación se volvió fundamental, para socializar y reflexionar de forma conjunta sobre las problemáticas y las injusticias de cada uno de los lugares en los que circulaban estas redes. Denuncias, reclamos, esclarecimientos, y difusión de hechos que la prensa autoritaria dejaba completamente ocultos. La red postal se volvió un espacio posible para intervenir críticamente sobre la vida política de ese entonces. Y en esta trama, la participación de Edgardo Antonio Vigo fue fundamental, por ser uno de los principales impulsores del arte correo en América Latina, y por tener una práctica sumamente activa mediante el envío constante.

El 30 de julio de 1976, su hijo, Abel Luís Vigo, conocido como Palomo, fue desaparecido.
Este hecho se constituye como una profunda grieta en el trabajo de Vigo, y desde allí, está presente en innumerables obras, grabados, postales, convocatorias, sellos, estampillas, publicaciones. En cada una de las partes de ese complejo dispositivo desobediente que es su obra, allí hubo espacio, allí aparecía.
A partir de entonces Vigo se sirve de esa compleja red de amigos, poetas, artistas y activistas, para hacer circular su propio reclamo: la leyenda “Set free Palomo” recorrió el mundo a través de esta red postal. Pero este reclamo jamás fue individual, y al circular fue apropiado y reiterado por los artecorreistas.

El arte, y en especial todas aquellas producciones que circulaban en la red postal se volvieron su propio lugar de intervención poético-política para sobreponerse a la dificultad y desesperación frente a este hecho. Sin abandonar la poesía, su gran lenguaje, logró internacionalizar no sólo el reclamo y la denuncia por la desaparición de su hijo, sino también construir visibilidad de un accionar de un gobierno dictatorial y fundar de forma colectiva una política de la memoria, verdad y justicia que tuvo como principal apuesta la palabra, cuando el silencio era forzoso. 

Prof. Lucía Gentile / Prof. Juan Nicolás Cuello

Muestra Cooperativa Gráfica



Muestra en la Biblioteca Pública de la UNLP